El deep plane facelift, también llamado liftinf facial avanzado o lifting profundo, es una de las técnicas más avanzadas y efectivas de rejuvenecimiento facial que proporciona unos resultados naturales y duraderos. Este procedimiento quirúrgico trata las capas más profundas del rostro, abordando no solo la piel, sino también los músculos subyacentes, conocidos como SMAS (Sistema músculo aponeurótico superficial). El objetivo del lifting facial profundo es restaurar la estructura facial perdida con el paso del tiempo, logrando una apariencia más joven y revitalizada sin alterar las expresiones naturales.
Antes de someterse a un lifting avanzado o deep plane facelift, el Dr. Artur Díaz Carandell realiza una evaluación exhaustiva de las necesidades estéticas de cada paciente. Este diagnóstico personalizado incluye un análisis detallado de las zonas con flacidez, como las mejillas, la línea de la mandíbula y el cuello, para identificar los vectores de tracción y las áreas que requieren mayor soporte. Además, se revisa el historial médico del paciente para asegurar que el procedimiento sea seguro y adecuado.
El lifting facial profundo se realiza bajo anestesia general o sedación profunda, según las necesidades del paciente y la extensión de la intervención. El tipo de anestesia se elige según las necesidades individuales del paciente, pero siempre con el objetivo de maximizar su seguridad y confort.
El Deep Plane Facelift se diferencia de otros procedimientos de lifting facial por su complejidad técnica y su enfoque en las capas más profundas del rostro.
La intervención suele durar entre 4 y 6 horas, dependiendo de las necesidades de cada paciente y de si se combinan otros procedimientos complementarios, como el lifting de cuello o la blefaroplastia.
Los resultados del lifting facial profundo son visibles casi de manera inmediata, una vez baja la inflamación propia de cualquier cirugía facial. Sin embargo, será a partir de los 6 meses cuando empezaremos a ver los resultados definitivos, aunque hasta el año pueden haber pequeños cambios.
Los pacientes notarán una mejora significativa en la definición del contorno facial, con una piel más tersa y una apariencia rejuvenecida. Los resultados pueden durar entre 10 y 15 años, dependiendo del cuidado postoperatorio y de los factores personales de envejecimiento. El envejecimiento natural no se puede frenar, pero el paciente siempre se verá más joven que si no se hubiera operado.